Las demandas de los consumidores actuales junto con las regulaciones internacionales han empujado a la industria cosmética a buscar nuevos principios activos de fuentes naturales renovables para fabricar productos más ecosostenibles y seguros, siendo el extracto botánico una fuente casi ilimitada de estos nuevos activos.
Los aceites esenciales emergen como ingredientes naturales muy comunes en cosméticos y artículos de belleza como resultado tanto de su carácter oloroso para el diseño y fabricación de fragancias y perfumes, como de las múltiples propiedades beneficiosas de sus componentes individuales, por ejemplo, antiinflamatorias, antimicrobianas y antioxidantes.
En la actualidad, la industria cosmética como Pranarom, incluye aceites esenciales o diferentes mezclas de sus componentes individuales, ya sea como ingredientes activos o como conservantes, en diversas gamas de productos, por ejemplo, hidratantes, lociones, limpiadores, acondicionadores, mascarillas, productos anticaspa, barras de labios o fragancias en perfumería.
Sin embargo, el perfil químico único de cada aceite esencial individual está asociado con diferentes beneficios y, por lo tanto, es difícil generalizar sus posibles aplicaciones en cosméticos y artículos de belleza, que a menudo requieren el esfuerzo de los formuladores para buscar mezclas adecuadas de aceites esenciales o derivados para obtener resultados específicos.
Qué son los aceites esenciales
Los aceites esenciales son productos naturales altamente hidrofóbicos extraídos de plantas aromáticas (incluyendo flores, raíces, cortezas, hojas, semillas, cáscaras, frutas, madera y plantas enteras) que están muy extendidos en la industria alimentaria y farmacéutica, control de plagas, perfumería, cosmética y artículos de belleza.
La inclusión de los aceites esenciales y sus componentes individuales en la fabricación de una amplia gama de productos cosméticos ha sido estimulada por la reconocida eficacia de este tipo de sustancias en la salud y la belleza, aportando diferentes beneficios a la formulación.
Estos beneficios se ejemplifican en las propiedades antisépticas de algunos aceites esenciales (por ejemplo, los aceites esenciales de limón y naranja) asociadas con su alto contenido en terpenos, como el limoneno, que los convierte en ingredientes activos muy prometedores para el cuidado de la piel y el cabello.
Los aceites esenciales y sus compuestos pueden afectar la función normal de las células de la piel tras la aplicación tópica, brindando a las formulaciones características antiacné, antienvejecimiento, clarificar la piel y protección solar.
Además, pueden aportar propiedades antibacterianas, antifúngicas, antiinflamatorias y antioxidantes a las formulaciones que pueden inducir beneficios en el cuero cabelludo y promover un aumento de la densidad del tallo del cabello o efecto de limpieza en el bulbo piloso y fortalecimiento de toda la fibra capilar.
Además, los aceites esenciales y sus compuestos son agentes conservantes naturales que se pueden incluir en productos comerciales solos o en combinación con otros conservantes, brindando protección contra bacterias y hongos.
Aceites esenciales para el cabello
Existen varios estudios que reportan que los aceites esenciales pueden ser buenas alternativas o complementos efectivos para el cuidado del cabello, especialmente considerando su efectividad en la reparación de daños en las fibras capilares.
Algunos componentes de los aceites esenciales pueden penetrar en el cuero cabelludo, complementando las vías nutricionales, lo que estimula el crecimiento de los folículos pilosos, hidrata la raíz del cabello y fortalece las fibras capilares.
Además, algunos aceites esenciales se pueden usar para intensificar el brillo y fijar el color, mientras otros pueden acondicionar. Este último se puede obtener agregando aceites esenciales de romero (Rosmarinus officinalis) o manzanilla (Matricaria chamomilla) en formulaciones de champú o acondicionador.
Este papel de los aceites esenciales en el acondicionamiento del cabello se puede entender considerando que los componentes individuales de los aceites esenciales pueden penetrar rápidamente en el cuero cabelludo, lo que nutre los folículos pilosos, contribuyendo en la nutrición del cabello,
Hidrata las raíces del cabello, fortalece el pelo y ayuda a eliminar las moléculas no deseadas que bloquean los poros.
Los aceites esenciales también tienen un papel muy importante en la estimulación del crecimiento del cabello y en la prevención de la caída del cabello.
Así, la aplicación tópica de formulaciones que contienen aceite de menta extraído de Mentha piperita a una dosis relativamente baja (3% p/p) permite estimular el crecimiento del cabello.
Se encontraron efectos similares al aplicar formulaciones que contenían aceite de romero en una concentración que permitía un contenido final de 3,7 mg de 1,8-cineol por mg de producto final.
Este tipo de formulación es eficaz contra la alopecia, similar a las formulaciones que contienen minoxidil al 2% p/p. Estos resultados pueden explicarse considerando que la característica antioxidante de los compuestos fenólicos puede reducir el estrés oxidativo que induce la alopecia.
Además, los aceites esenciales contribuyen a la circulación sanguínea en los folículos pilosos, protegiendo la vascularización de la papila dérmica del cabello.
Otra importante contribución de algunos componentes de los aceites esenciales al crecimiento del cabello está asociada con su papel en el control de la expresión de genes específicos asociados con la regulación de este proceso.
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